
Considerada por algunos “la Lucrecia Borgia” egipcia, admirada por otros como faraona ejemplar, Hatshepsut, cuyo nombre significa “la unidad de Amón delante de los nobles”, fue la reina más famosa y la que gobernó durante más tiempo (1502-1482 A.C.) en el antiguo Egipto.
Para legitimarse como reina, Hatshepsut tomó para sí todos los símbolos asociados con el faraón; así, solía vestirse con ropas de hombre y llevaba barba postiza.
Entre las estrategias de Hatshepsut para mantenerse en el trono estuvo ganarse el apoyo de la clase sacerdotal, que creó el mito de que Hatshepsut era hija del dios Amón-Ra.