
Después de vivir 55 años atormentada por un lápiz incrustado en la cabeza, la alemana Margaret Wegner logró que se lo extirparan. La mujer tenía 4 años cuando se cayó mientras llevaba un lápiz de ocho centímetros de largo que le perforó una mejilla y se alojó en el cerebro. Ahora la operaron utilizando una técnica que permitió identificar el lugar exacto del lápiz.