Madrid. (Redacción y agencias).- El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha sentenciado este lunes que la decisión del Gobierno argentino de expropiar la petrolera YPF, la filial de Repsol, "rompe el clima de cordialidad y amistad que ha presidido siempre las relaciones entre España y Argentina". Margallo se ha mostrado "sorprendido" ante una medida que ha considerado "arbitraria y extravangante".
Además, ha recordado que la decisión ha roto un "acuerdo verbal" que se produjo el pasado 28 de febrero entre ambos gobiernos, por el que "los conflictos contenciosos entre Repsol-YPF y Argentina "se resolverían de manera cordial vía dialogo".
Esta es la contundente respuesta del Gobierno español ante la decisión de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, que este mismo lunes ha anunciado que enviará al Congreso el proyecto de ley para tomar el control del 51% de las acciones de la petrolera filial de Repsol. La decisión se ha aplicado al momento y funcionarios del Gobierno tomaron el control de la compañía y obligaron a los directores ejecutivos españoles y argentinos de la misma a abandonar la sede en Buenos Aires.
A causa de la expropiación, las acciones de Repsol se han desplomado hasta un 19% en la bolsa de Nueva York, que finalmente ha tomado la decisión de suspender su cotización mientras se examinan las noticias provenientes de Argentina, según han indicado portavoces de Wall Street.
Ante la gravedad de la situación, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha reunido a última hora de la tarde en el complejo de La Moncloa con los ministros de Industria, José Manuel Soria, y Exteriores, José Manuel García-Margallo, para estudiar las medidas que va a tomar
La mandataria aclaró que las acciones expropiadas saldrán de los títulos que posee Repsol, equivalentes al 57% de YPF. La titularidad de ese 51% expropiado deberá repartirse sindicadamente entre el gobierno central (51%) y las provincias petroleras (49%). El proyecto de ley deberá ser aprobado por el parlamento, donde el gobierno kirchnerista cuenta con mayoría.
Fernández justificó su decisión por la falta de inversiones de Repsol que, a su juicio, ha provocado el actual déficit energético, y recordó que Argentina debió importar el año pasado combustibles por valor de 9397 millones de dólares. La presidenta acusó a la petrolera española de practicar una "política de vaciamiento, de no producción, de no exploración", y agregó que en el texto enviado al Senado hay "cincuenta páginas de fundamentos claros y precisos” para sostener la expropiación".
