
Gastón Zárate, principal sospechoso por el crimen de Nora, sigueretirándose de Tribunales con la misma convicción con la que ingresó. Aseguró que es inocente y que nada tuvo que ver con el hecho. Luego volvió a sonreír, respondió cada pregunta de la prensa, realizó entrevistas individuales, se jactó del apoyo de la gente y se dejó bañar por la emoción de una anciana que pasaba por el lugar.
Zárate volvió a mostrarse convencido ante las cámaras. Ni molesto, ni temeroso, ni preocupado, ni sorprendido, ni desbordado.
Extraña postura para un imputado de homicidio y violación, en uno de los hechos de mayor repercusión en la historia delictiva de la ciudad, solo comparable con la masacre del Banco Popular Financiero de Río Cuarto.