IMAGEN DE LA VIRGEN...EL CURA DICE QUE NO ES UN MILAGRO

Mientras que el párroco local descree del milagro y atribuye la aparición al hecho de que la estatua de esa advocación haya pasado décadas en el mismo lugar, cientos de fieles hacen cola para presenciar el fenómeno. Ubicada en la localidad de Alta Gracia, la capilla de la Virgen de Lourdes se convirtió en centro de atención de los devotos, publica el diario "Crónica.
La milagrosa aparición no pasó inadvertida. El rumor corrió entre los cordobeses con tanta rapidez que desde el sábado pasado comenzaron a peregrinar hacia la capilla. La cantidad de gente mereció incluso la intervención de la policía local y de las autoridades del municipio, que se encargaron de controlar y dirigir a la multitud movilizada por el milagro.
Pero mientras que los fieles se movilizan creyendo ciegamente en la veracidad del milagro, el padre Arcadio, párroco de la capilla de la Virgen de Lourdes, minimizó el hecho. En ese sentido, consideró exagerado calificar el tema como un milagro. En declaraciones a la prensa local, el religioso reconoció que “efectivamente desde lejos puede visualizarse la imagen e incluso cuando uno se acerca toma cierto relieve”. Sin embargo, añadió que “seguramente lo que ocurrió es que, teniendo en cuenta que por muchos años la Virgen estuvo en ese lugar, la luz ha copiado la imagen sobre la pared de atrás”. Asimismo, expresó: “Pero mire usted si Dios va a andar pintando una pared si necesita mostrarnos algo, no es ningún milagro. Si no, lean el Evangelio, ahí está todo”, recomendó.
A pesar de las palabras del padre Arcadio, la imagen atrae a su parroquia miles de creyentes de diferentes puntos del país que por estos días se agolpan en la entrada del lugar intentando, aunque sea por un momento, estar frente a la figura de la Virgen de Lourdes.
Lo cierto es que la Iglesia prefiere ser cauta en este tipo de casos antes de calificarlos como milagros. En efecto, generalmente se estudian las pruebas y posteriormente se forma una opinión al respecto, como una manera de preservar la buena fe de los creyentes.