En medio de ovaciones y lágrimas, una multitud despidió en Rosario al escritor, dibujante y humorista Roberto Fontanarrosa, quien murió el jueves a causa de una cruel enfermedad neurológica que le provocó un paro cardíaco.
En todos los medios de comunicación "El Negro" era objeto de recuerdos y homenajes.
El cortejo fúnebre que llevó los restos del popular humorista comenzó un recorrido que incluyó un paso por el estadio mundialista de Rosario Central, el club de sus amores, hasta el cementerio Parque de la Eternidad.
Los restos fueron despedidos por cientos de personas, con muestras de respeto, lágrimas, aplausos y acongojados silencios.
Entre los presentes se encontraban la madre de Fontanarrosa, su hijo, su esposa, el escritor Osvaldo Bayer, el integrante de Les Luthiers Daniel Rabinovich y dirigentes de Rosario Central, entre otros.
La familia pidió que no se enviaran ofrendas florales al velatorio y que el dinero equivalente fuera donado a entidades de bien público, en nombre del artista.
Fontanarrosa padecía desde 2003 una esclerosis lateral amiotrófica.
La enfermedad progresiva fue restringiendo paulatinamente su capacidad motriz hasta que el 18 de enero último anunció que dejaría de dibujar sus historietas, debido a que había perdido el completo control de su mano derecha a causa de la dolencia.
Pese a ello, las tiras continuaron apareciendo en las publicaciones, debido a que otros historietistas y amigos aceptaron hacer los dibujos, que desde entonces llevaron su firma y la del colaborador.
