
Paola, la mujer que ofreció alquilar su vientre porque estaba desesperada ante la falta de recursos para mantener a sus hijos, finalmente desistió de su propósito.
De repente cambió su situación: como suele suceder cuando un caso de carencias extremas toma estado público, hubo respuesta oficial. Desde hoy el Ministerio de Justicia le pagará a Paola un subsidio mensual mientras que el de Solidaridad evaluará qué otra ayuda necesita, a partir del informe de la asistente social que la visitó ayer.
Paola recibió siete llamadas de parejas cordobesas, una de Chile y otra de Uruguay. La última ofreció 35 mil dólares para alquilarle el vientre.
Desistí porque ahora no tengo necesidades urgentes, a partir de mañana (por hoy) voy a cobrar 600 pesos. Respiro más tranquila y aliviada.