“Estuve mal, muy mal. Pero estoy vivo y quiero seguir viviendo”, declaró Maradona, de 46 años, después de haber pasado una nueva crisis personal que le llevó a estar dos semanas internado en una clínica psiquiátrica.
Diego se mostró muy fastidiado por las versiones que se habían ventilado, señalando incluso que había fallecido. El ex capitán de la selección argentina dijo que está “buscando a los responsables” de aquellos rumores, que presumiblemente habrían salido desde el propio Gobierno.
Aseguró que lleva “dos años y medio” sin consumir droga, y si bien reconoció que ha estado bebiendo alcohol, dijo que no es “un borracho”.
Ha llegado el momento de dejar de hinchar las pelotas y quererme un poquito más, de disfrutar de mis hijas. Quiero ponerme bien y voy a poner todo lo que tengo para conseguirlo”, dijo finalmente Maradona, en declaraciones al programa de televisión “ShowMatch”, de su amigo Marcelo Tinelli.
