El correntino Daniel Sosa, a quien hace nueve meses le colocaron un "by pass" gástrico, falleció ayer tras permanecer internado durante seis días en el Hospital Escuela, a raíz de una gravísima infección, informaron fuentes de ese establecimiento.
Sosa murió como consecuencia de su cuadro séptico.
El paciente, de 35 años, fue internado a fines de la semana pasada debido a un cuadro de fiebre y decaimiento, con un tratamiento a base de antibióticos y atención especializada.
De acuerdo a lo señalado por el director asociado del Hospital Escuela, Walter Pilchik, Sosa presentaba al momento de su internación un cuadro de hepatitis como consecuencia de su malestar, problemas de coagulación, respiratorios y del corazón y una sepsia generalizada que "le había tomado todo el cuerpo".
Sosa fue operado el 27 de julio del 2006, en momentos en que pesaba 305 kilogramos, de los que pudo bajar 20 durante la internación previa a la cirugía y otros 98 en los meses posteriores a su alta médica.
Pilchik señaló que la muerte de Sosa no se debió a complicaciones de la operación, aclaró que “si bien adelgazó 98 kilos, seguía siendo un paciente obeso con alrededor de 200 kilogramos”, “no fue el paciente ideal, espaciaba demasiado las visitas, teníamos problemas con la dieta y había decisiones que tomaba que no lo favorecían”.
Sosa se encontraba alojado en una sala de terapia intensiva y sobrevivía con respirador artificial, hasta que sufrió un paro cardiorrespiratorio del que no pudo recuperarse.
