
Sin medias tintas, el presidente Néstor Kirchner calificó anoche de "cobardes, patoteros" a los manifestantes que, ayer por la madrugada, participaron de una movilización que terminó con incidentes en el marco del dilatado conflicto docente en la provincia de Santa Cruz, y ratificó que esa demanda es "un tema absolutamente político".
Kirchner criticó con dureza al grupo de manifestantes que, según el Presidente, se dirigió al domicilio particular de su madre para insultarla, y conectó ese episodio con el reciente vuelco de un camión frente a su casa en la ciudad de Río Gallegos. "Eso no es casualidad. Quieren detener el proceso de cambio en la Argentina", dijo al vincular ambos hechos durante un acto en la Casa Rosada.