Filipinas: toma de rehenes

Un hombre fuertemente armado había secuestrado en Filipinas, un micro en el que viajaban 31 niños y dos profesores, amenazando con detonar una granada. Luego de ocho horas de tensión, el secuestrador comenzó a liberarlos y se entregó a los agentes antidisturbios que rodeaban el autobús. Poco antes, las personas congregadas junto al vehículo, incluidos familiares y policías, habían empezado a encender velas para hacer una vigilia, una condición impuesta por el secuestrador, director del centro preescolar al que asisten los niños. El secuestrador, Armando Ducat, de 60 años, director del centro preescolar Musmo Day Care, ya había anunciado que liberaría a los rehenes y se entregaría a las 19 horas. Ducat había demandado matrículas gratuitas para los 145 alumnos de su escuela, una vigilia y casas y tierras para las familias de los niños en Parola, un barrio de Quezon City, una de las ciudades que forman la Manila Metropolitana. De todas las exigencias, las autoridades habían garantizado las dos primeras.