Esta protesta se realizó simultáneamente frente a varias embajadas y consulados de Canadá en distinto países, como España, Venezuela, México, Holanda, Ecuador y Chile. Los manifestantes se agolparon frente a la legación diplomática canadiense y tiñeron de rojo banderas de ese país "para simular la sangre que derramarán los animales".
En 2007, según AnimaNaturalis, está prevista la caza de 350.000 focas, autorizada por el Gobierno de Canadá, amparada en que las focas y su sobrepoblación depredan los bancos de bacalao de las costas canadienses, si bien la piel de foca es también altamente cotizada en el mercado peletero internacional.
Canadá fija en 5,8 millones los ejemplares de focas en la actualidad, tres veces más que en los años sesenta, por lo que afirma que no están en peligro, y añade que además de ser un recurso natural abundante, supone un "ingreso económico importante" para muchas familias.
AnimaNaturalis denuncia además que en los últimos cinco años el 95% de las focas muertas eran crías de menos de tres meses de edad.
