Ramón Ricardo Huk de 50 años, murió en la madrugada del sábado luego de haber tomado parte de una exigente práctica física ordenada por la Policía de Córdoba.
Ayer a las 18, el cementerio La Floresta, ubicado camino a Alta Gracia, el cuerpo de Huk recibió sepultura junto a un numeroso grupo de uniformados.
Según declaraciones de algunos policías, que pidieron reserva en sus nombres, dijeron que los preparadores físicos recibieron la orden de ser muy exigentes con los agentes que tienen sobrepeso.
"No hubo exámenes previos, no hubo chequeos médicos de fondo", aseguró el dirigente gremial René Zabala.
Debió soportar una exigente rutina: "Lo tuvieron corriendo una hora y luego lo hicieron jugar al fútbol durante otra"-declaró su hijo-, y "en el Policlínico no hicieron nada".
El joven afirmó que la ambulancia demoró tres horas hasta trasladarlo a una clínica privada.
En medio de esta espera, Huk habló con una hermana, a la que le pidió: "Si me pasa algo, por favor, hacélo público, porque hoy me hicieron de goma, me hicieron correr como si fuera un chico de 25 años". "A mi edad no me pueden haber hecho esto", rezongó.
Huk sufrió una descompensación cardíaca y murió.
