En Río Cuarto, una mujer que se encuentra totalmente absorbida por el vicio del juego, efectuó un dramático pedido de auxilio a la Defensoría del Pueblo local para que le impidan ingresar al casino.
La mujer tiene 65 años y perdió casi todo su patrimonio; pero en la cuidad, no hay entidad que aborde la ludopatía, una enfermedad que afecta a jugadores crónicos.
El caso constituye el primero que se presenta en la institución que encabeza el ombudsman, Juan Manuel Llamosas, por lo que se ha requerido asesoramiento especializado para tener elementos técnicos con los cuales brindar algunas respuestas a la mujer desesperada. En rigor, sería el primer hecho de esta naturaleza que se denuncia ante un organismo público en la ciudad, pero se descuenta que hay muchas personas más en situaciones similares.
El problema radica en que la mujer requirió que le otorgara una especie de recurso legal mediante el cual quedara automáticamente impedida para ingresar a los slots; sin embargo, la Defensoría evaluó en un primer momento que únicamente a través de una tutoría familiar es factible acceder al reclamo.
