
Así lo indicó a Radio Sierras, Alfredo de Angelis, presidente de la Federación Agraria de Entre Rios. "Con la crecida del río Paraná pueden morir 200 mil cabezas de ganado, que son las que allí están ubicadas. Si tenemos en cuenta que se deben sacar unas mil cabezas por día, y por el efecto de la soja, no hay lugar donde ponerlas, es muy factible de que parte del ganado muera, y además se incremente el precio de la carne por la no llegada de estos animales al mercado de Liniers."