
El cierre y desalojo de un centro juvenil alternativo en Copenhague desató una ola de protestas y disturbios en Dinamarca, con unas 600 personas detenidas en tres noche de violencia, informaron fuentes policiales.
La policía danesa se enfrentó nuevamente ayer con jóvenes que incendiaron automóviles para protestar por el desalojo del centro. Al menos 200 manifestantes fueron detenidos en los enfrentamientos y en varios registros domiciliarios, realizados por la mañana, en distintos edificios del centro de la ciudad en busca de los alborotadores de días anteriores.
Ya en las noches del jueves y viernes entre 250 y 300 personas fueron arrestadas, muchas de ellas alemanes, en la capital danesa tras los graves disturbios entre la Policía local y jóvenes radicales.