
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recorrió el sábado algunas de las áreas devastadas por los tornados que el jueves mataron al menos a 22 personas en Estados Unidos y Canadá, y declaró zona de desastre a un condado del estado de Alabama (sur).
Bush, quien fue seriamente criticado por la lenta respuesta de su administración a la destrucción causada por el huracán Katrina en 2005, dijo que había llegado para mostrar su apoyo a los afectados.
“He llegado con la mejor disposición y trataré de hacer todo lo que pueda para llevar consuelo a quienes perdieron vidas y propiedades”, dijo Bush cuando llegó a la pequeña localidad de Enterprise (Alabama), una de las que sufrió las peores consecuencias de los tornados del jueves.