
La ley responde a una "larga demanda" de las entidades que trabajan por las personas que sufren intolerancia crónica al gluten, una proteína que contiene el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC) -enfermedad celíaca-, que según datos de la cartera sanitaria son cerca de medio millón en el país.
La salud de los celíacos depende de lo que comen. Es una afección hereditaria y autoinmunitaria que debilita la capacidad del intestino para absorber los nutrientes en forma adecuada y provoca síntomas intestinales, retraso de crecimiento, del desarrollo y de la pubertad y talla baja, entre otras afecciones.
También tienen gluten algunos alimentos industrializados y medicamentos que lo utilizan como excipiente, por lo que se convierten en un problema para los celíacos.
La Ley 26.588 declaró "de interés nacional" la atención médica y la investigación clínica y epidemiológica de la enfermedad, la capacitación profesional para su detección temprana, diagnóstico y tratamiento y la difusión y el acceso a los alimentos libres de gluten, para lo cual la cartera sanitaria creó en 2007 un programa nacional para la Detección y Control de la Enfermedad Celíaca.