El dueño de una fábrica de ladrillos fue detenido por utilizar para esa tarea a cinco trabajadores no registrados. Aparentemente, eran sometidos a vivir en condiciones infrahumanas, según informa un comunicado de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).El operativo se realizó junto con la Dirección de Migraciones, la Policía de Córdoba y personal judicial, en las precarias viviendas en las cuales también vivían la mujer e hija de uno de los empleados, y otra menor, de 15 años, todos de nacionalidad boliviana.
Los inspectores de la AFIP pudieron constatar que los cinco empleados, de nacionalidad boliviana y que estaban en el país en forma ilegal, vivían en el mismo lugar de trabajo en condiciones deplorables, ya que el predio no contaba con los mínimos requisitos de salud, limpieza, seguridad e higiene.
En el texto, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, destaca que se seguirá “utilizando todo el potencial” que tiene el organismo para profundizar “nuestra acción operativa en todos los rincones del país para que la Justicia le ponga el traje a rayas a todos aquellos que someten a trabajadores a la ilegitimidad e indignidad del trabajo esclavo”.
