Ni las disculpas públicas ni el arrepentimiento que mostró ayer el padre de Agustín Bustos Fierro tras el escándalo que protagonizó el fin de semana con una bailarina, alcanzaron para despejar las dudas que sembró en torno al uso de los fondos recaudados en la campaña “Un Milagro para Agustín”. La movida solidaria quedó empañada cuando Javier, el padre de familia, quedó enredado el sábado en un confuso episodio con una trabajadora sexual de una whiskería de Carlos Paz. Mientras él insiste que Johana Zulé de 23 años, a quien trajo en su vehículo desde esa localidad hasta Córdoba Capital, le quiso robar el celular, ella sostiene que tras una discusión el hombre la quiso arrojar del auto. Lo cierto es que ambos terminaron declarando en la comisaría Décima durante largas horas.
Ayer Javier Bustos Fierro aseguró que conoció a la muchacha la misma noche del viernes, aunque ella lo desmintió. Dijo que se habían visto en varias oportunidades, que él la maltrató y gastó varios miles de pesos en salidas nocturnas. Es más, afirmó que al hombre no le importó que se tratara del dinero aportado por los particulares para la campaña. “Me mandé el moco de mi vida, pero esto no tiene nada que ver con las donaciones. Hay detalles que los hablaré con mi esposa e hijos”, dijo Javier.
La madre de Agustín aseguró que del dinero de la campaña no se tocó un centavo, y pidió que sigan confiando en la Fundación.
La polémica y repudio público que generó la situación apenas se conoció, obligó a la madre de Agustín y esposa de Bustos Fierro a salir a hacer algunas aclaraciones y a reivindicar el trabajo y la transparencia con que proceden quienes integran la Fundación Un Milagro para Agustín. Como primera medida decidió apartar a su marido de la representación de la entidad y del poderío que tiene sobre la cuenta donde se depositan las donaciones. “Lo más importante de todo esto es que cada moneda ha llegado a buen término, adonde tiene que estar, pueden chequear que hay un millón de dólares en la cuenta del hospital. Todo es comprobable es todo transparente, jamás podría apañar ni aceptar semejante situación personal, pero lo único que tengo que aclarar a la gente que los gastos personales (de Javier) salieron del dinero de su sueldo”, dijo Cecilia. Además, hizo hincapié en que la Fundación debe continuar con la recaudación de fondos por que el segundo de los hermanos, Joaquín, está ingresando en un estado de emergencia similar al de Agustín, “por lo que se mantiene la campaña de recolección de fondos para repetir el operativo”. “Ya juntamos 550 mil dólares para la intervención de Joaquín y esperamos que él también pueda ser trasplantado. Lo que ocurrió con mi marido no me saca de mi prioridad que son mis hijos”.
Además, confirmó que el viernes la familia completa viaja a los Estados Unidos donde permanecerán unos seis meses. Los Bustos Fierro eligieron el Hospital Universitario de Minnesota para la intervención por considerar que es el que tiene mayor experiencia en trasplantes de médula ósea en pacientes con la misma enfermedad de sus hijos.
La familia consultó en febrero la situación de sus hijos en el Hospital de Niños Juan Garrahan, donde recibió el asesoramiento y la certeza de que la intervención podía hacerse en esa institución pública, pero los padres optaron por lanzar una colecta para hacer la operación paga en el extranjero
